Un grupo de monjas en ruta contra la trata de blancas

Las monjas adoratrices Aurelia Cuesta (primera por la izquierda) y María José Palominio (tercera), acompañadas de empleadas de la casa de acogida: Sonia Pérez (educadora, primera en segunda fila), Elena Guerra (trabajadora social, de azul), Dolores Martínez y Librada Luiz. / FRANCISCO BONILLA (EL PAÍS)

Las monjas adoratrices Aurelia Cuesta (primera por la izquierda) y María José Palominio (tercera), acompañadas de empleadas de la casa de acogida: Sonia Pérez (educadora, primera en segunda fila), Elena Guerra (trabajadora social, de azul), Dolores Martínez y Librada Luiz. / FRANCISCO BONILLA (EL PAÍS)

Un grupo de monjas, adoratrices y oblatas, llevan años recorriendo semanalmente con una furgoneta las carreteras, cortijos, casas, pisos y clubs de alterne de Almeria  ayudando a las prostitutas.

Las monjas, que no visten con hábito, tienen la parte trasera de la furgoneta habilitada para repartir café y preservativos. Y ofrecen toda la ayuda posible para sacar a las víctimas de prostitución del infierno en que viven, para ello tienen una casa de acogida (en los casos en que han accedido a hablar con la prensa no desvelan el lugar de la casa ni la identidad de ninguna de las víctimas por seguridad). No se plantean la opinión de la Iglesia en cuanto al reparto de preservativos, aunque no las acompañan a abortar. Si están embarazadas les informan que tienen una casa de gestantes y si quieren interrumpir su embarazo «es su libertad, pero no vamos con ellas» ha explicado la religiosa Mª José Palomino. Aún así, tienen un convenio con la Junta de Andalucia para ofrecer a estas mujeres una tarjeta sanitaria temporal aunque la mayoría carezcan de pasaporte.

Las víctimas de prostitución son esclavizadas por las mafias y en otros casos caen en la prostitución por desesperación. España es el segundo país de la Unión Europea, el primero es Italia, con más casos de explotación sexual. Según los datos del Ministerio del Interior, la trata de blancas mueve más de 5 millones de euros al día en nuestro país.prostitucion

Según la experiencia de las religiosas y su equipo de apoyo hace años apenas encontraban españolas en los clubs de alterne, desde el comienzo de la crisis han detectado un aumento. También señalan que antes no había mujeres marroquíes, que sin embargo encuentran en gran número ahora lo que indica un incremento de mafia musulmanas.

La monja Mª José Palomino y Elena Guerra, trabajadora social, señalaron que nunca suelen encontrarse a los dueños de los clubs y no han tenido graves problemas. En algunas ocasiones los clientes las confunden con las prostitutas. Muchas mujeres se enteran que están en España al encontrarse con ellas.

En los últimos tiempos en esas zonas con invernaderos y mano de obra barata, existen «cortijos» de las mafias para ejercer la prostitución como esclavas, sin salir de allí, con techos de uralita, mantas sobre la tierra y bichos. Teniendo como clientes: inmigrantes, españoles, jóvenes, viejos, …

Este equipo de monjas con el personal de apoyo han conseguido ayudar a estas mujeres a liberarse de las mafias. Pero como ellas mismas relatan, las destrozan psicológicamente, a algunas las vuelven a perseguir y esclavizar, o caen en relaciones sentimentales abusivas y de maltrato.

Si es víctima o sospecha que alguna mujer puede estar siendo explotada por una red de trata, la policía ha habilitado una línea telefónica para denunciar de forma confidencial: 900 10 50 90