Dedicado a los recién graduados, alumnos, profesores y personal de la Facultad de Enfermería de la Universidad de Oviedo y a todo el personal sanitario del HUCA
Toda la fuerza para los pacientes y en especial para Planta de Lesionados Medulares
Hoy, 12 de mayo, es el Día Mundial de la Enfermería gracias a «La dama de la lámpara».
Promoción 2011/2015
¡Feliz día a ellos y a ellas! Que no podréis parar a celebrarlo, lo sé. Quizás una mención con un cafecito rápido en la Sala de Enfermería (que no de familiares de pacientes, cosa que en muchas ocasiones se nos olvida «y entramos hasta la cocina»). Digo primero a ELLOS, porque a pesar de que ya son bastantes (y muy buenos, de todo hay igual que ellas estarán diciendo los pacientes) los vocacionales que se decantan por esta vocación (mal denominada) de mujeres, aún tenéis que sufrir esa «discriminación».
A tod@s vosotr@s que sabéis perfectamente quien fue la famosa dama de la lámpara, porque además de darse en primero de enfermería se dice por activa y por pasiva toda la carrera. Sabéis que un día como hoy nació Florence Nightingale. ¡Uys! que ni os acordabais. «Para eso estoy yo», diréis algún@, que estáis cogiendo el pasillo porque teneis que poner tres sueros, programar una bomba y hacer dos curas antes de media hora. Sí, aquella mujer que se fue a la guerra como enfermera y le dio la vuelta por completo a la mera actividad de acompañamiento.
Fuera del romanticismo con que se habla de la dama que con su lámpara velaba a los enfermos, sabemos que fue la creadora de la Enfermería Moderna. Tuvo una vida dura y nada romántica, estudió ampliamente y escribió sobre esta profesión. Al principio fue denostada por la profesión médica, y solo su empeño y su pasión le llevó al reconocimiento de sus teorías y de sus escritos que es lo que le importaba: el enfermo.
También vosotros comenzasteis la carrera con ese romanticismo de salvar vidas, pero a la primera entrada en la Sala de Anatomía y ver una mesa alguno pensó «ay! dios mio», al enfrentarte con el primer paciente así una cura de cuatro dedos sin anestesia ni nada (a ti, porque el pobre ni siente el sitio), con los cabeceos en las primeros turnos nocturnos o en uno diurno si no has podido pegar ojo te preguntas…¿ dónde le veía yo el romanticismo?. Pero eso son unos segundos y por esa sonrisa del paciente curado, por el abrazo en el dolor, por verte en medio de enfermos parapléjicos y tetrapléjicos «desorganizando» el follón que han montado con una guitarra y a cantada limpia porque a fulanito le hacen su vigesimoctava operación e igual… Pacientes increibles.
Tal y como os importa a aquellos que quizás tenéis otro turno y podéis estar leyendo esto. ¿El romanticismo? Está en que tenéis por elección personal la profesión más bella del mundo.
Como se comenta en el famoso libro «La vida es suero. Historias de una enfermera saturada» , que se inició con los tweets de @enfermerasaturada : si no tienes claro si la enfermera que pincha de noche es un DJ; nadie sabe que no estás sonriendo en ese momento porque hace unos minutos tres habitaciones más allá acabáis de salvar la vida a una joven madre, que se os iba, y prácticamente la planta entera tuvo que ponerse las pilas con el desfibrilador, sueros, entubaciones,….. Y que cuando estabais a punto de entrar en esta habitación un familiar de otra se desplomó ante vosotros. Que cuando te estás tomando un café con l@s amig@s sin querer miras a sus brazos y piensas: «buenas venas o malas venas».
Promoción 2011/2015
«Si vas a trabajar en pijama» FELICIDADES
Máster Erasmus Mundus de Enfermería de Urgencias y Cuidados Críticos
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